viernes, 26 de septiembre de 2014

ENTRE “ACUERDISTAS” Y “RESISTENTES”

EL PUEBLO LEFEBVRIANO, ENTRE “ACUERDISTAS” Y “RESISTENTES”


Artículo de pseudo tradicionalistas acerca de los últimos acontecimientos en la FSSPX, que expresa acertadamente lo que el ala liberal del la Fraternidad está pensando en estos momentos.
Ponemos comentarios entre corchetes y en color rojo.
Desde hace algún tiempo, el grupo de derecha [expulsado] de la Fraternidad San Pio X, está haciendo una fuerte oposición al Gobierno de Menzingen (Suiza), donde se encuentra la sede del mando supremo de la FSSPX.
Los opositores a él se autodefinen como "resistentes", mientras que los que están dispuestos a aceptar un "reconocimiento de tolerancia" por parte de Roma son definidos como "acuerdistas." El principal líder de las fuerzas de oposición al "Gobierno Fellay" es ciertamente Mons. Richard Williamson, que hace apenas un mes ha dado vida a la Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre, después de que en el 2012 fue expulsado por la FSSPX.
Así, actualmente los lefebvrianos están divididos en dos grupos [división casuada ciertamente por Mons. Fellay].  Muchos se preguntan qué sucederá dentro de la FSSPX en caso de que el Papa decida conceder un "reconocimiento de tolerancia." En todo caso, por cada persona que preferirá irse con Mons. Williamson, habrá por lo menos veinte que empezarán a frecuentar las Misas celebradas en las capillas de la Fraternidad [es decir: por cada auténtico tradicionalista que deba dejar de asistir a los Prioratos de la Fraternidad para no hacerse él también traidor a Cristo, llegarán 20 liberales cobardes “de sensibilidad tradicionalista” que esperaban el fin del combate de la FSSPX para hacerse fieles de ésta]. Son realmente muchas las personas que esperan con vivo interés el "reconocimiento de tolerancia" para poder acercarse a la FSSPX [muchos, en efecto, buscan el tradicionalismo sin persecuciones, la fidelidad a Cristo sin combate, y la santidad sin Cruz]. Luego, no hay que preocuparse del vacío causado por eventuales deserciones [pues todo es cuestión de cantidad, no de fe].
Algunos afirman que los numerosos modernistas infiltrados en las varias estructuras eclesiales (por ejemplo en las diócesis), triturarán y destruirán la FSSPX impidiéndoles actuar [como si el demonio fuera estúpido…]. Si este temor fuera fundado, los modernistas y sus amigos masones deberían estar exultantes de alegría con la idea de que la FSSPX sea "reconocida" oficialmente por la Santa Sede, para luego apretar el cerco y sofocarla. Yo no he visto escenas de júbilo en el frente modernista después de que ha salido la noticia que Roma y Menzingen están tratando de encontrar una solución para "gradualmente" llegar a una reconciliación. En todo caso, si el Papa concediera un simple "reconocimiento de tolerancia" (es decir un genérico permiso de poder administrar los sacramentos en todo el orbe católico), los oponentes "de izquierda" a la esperada reconciliación, es decir, los militantes modernistas, no podrán hacer mucho para asediar y triturar a la FSSPX [y gracias a esas “seguridades” el suicidio de la FSSPX se consumará].
Por otra parte, Monseñor Fellay [a estas alturas, habiendo ya cedido gravemente e ido demasiado lejos] en lo absoluto puede decir al Pontífice: "No, gracias; no quiero aceptar un reconocimiento de tolerancia." Además tenemos que recordar que estamos en las manos de Dios: si Él quiere que el joven movimiento tradicional continúe expandiéndose, nada ni nadie podrá detenerlo [salvo cuando se tienta a Dios, que es exactamente lo que hace Ménzingen en este momento], tampoco el anciano tropel que componen la armada brancaleone (*) de los modernistas.
(*) La “armada brancaleone” es una película italiana de un ejército medieval formado por bandoleros mal armados y miedosos.